Emocionalmente,
la compasión supone un reto mayor que la bondad incondicional -implica estar dispuestos a sentir dolor-.
Se trata de una relación entre iguales -únicamente es real cuando reconocemos nuestra humanidad compartida- cuya practica -sin duda audaz- exige aprender a acercarnos a lo que nos asusta.
Sólo llegando al fondo de nuestra propia oscuridad podemos estar presentes en la oscuridad ajena ...
El camino no puede ser otro que aprender a reconocer y aceptar la totalidad de nuestra experencia -incluyendo la empatía, el sufrimiento, la crueladad, y el miedo que sentimos-.
sábado, 7 de junio de 2008
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1 comentario:
Nuestra bondad debe extenderse y abrirse a todo el espacio para poder incluir a todos los seres... y como tu dices estar dispuestos a sentir dolor...una relación entre iguales.
Amor altruista....eso creo que es la verdadera compasión
Un beso
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