DESPERTAR EL CORAZÓN

Aunque con algún pequeño matiz, cada día que pasa comparto más esa vieja tradición budista que afirma que ... las cosas no cambiarán mientras siga deseando que cambien ... soy más consciente de que no terminaré de madurar mientras siga presa del sentimiento infantil de que siempre voy a necesitar protegerme ... porque la vida es demasiado dura.

Así pues ... mientras releo a Pema Chödron -discípula de mi querido Trungpa Rímpoche-

retomo mis reflexiones sobre la necesidad de abandonar toda esperanza de fruto ... aparcar según que esfuerzos ... y dejar a un lado esos desafortunados automandatos que tanto daño me han hecho a lo largo de mi vida -"tengo que poder" ... "necesito lograrlo" ... "sería imperdonable no conseguirlo" ...-.

Mejor, en todo caso ... ser consciente de que la sabiduría y la compasión que necesito ya están dentro de mi -y que ambas me ayudan a conocerme- ... profundizar en la incondicionalidad de la relación conmigo misma ... agradecer lo que soy ... trabajar con la vida tal como es ... y afanarme en despertar el corazón.