RUMI DICE ...



Hice lo que otros me dijeron y quedé ciego.
Vine cuando me llamaron y me perdí.


Entonces les deje a todos ... también a mí,
para encontrarles a todos ... también a mí.


domingo, 20 de abril de 2008

"EL COLOR DE LAS VIOLETAS"


La contraportada de esta hermosa novela psicológica ... fruto de un constante amor al verdadero desarrollo espiritual ... -cuya lectura no dudo en sugerir, y con la que, al fin, me decido a iniciar este compartir algunos de los libros que, en este momento, integran mi biblioteca más personal - ... se refiere a ella como una ...

"Obra de reflexión ... cuyos relatos son el fruto de la experiencia terapéutica y psicológica de Marta Povo -su autora- ... una exposición reflexiva de ideales, autoengaños, diálogos, pérdidas y encuentros inesperados, o experiencias simultáneas del ego y el alma ... que sugieren a la lectora la posibilidad de llevar a cabo un verdadero proceso alquímico del alma.

Una inolvidable historia de amor y separación que no admite la falsedad o la mentira en ninguna de sus versiones sino que apuesta por la Verdad a toda costa, escrita desde el comienzo hasta el fin con abrumadora agilidad, fuerza y transparencia, expresadas bajo la premisa de la pedagogía y el desarrollo da cada ser humano".

jueves, 10 de abril de 2008

RELEYENDO A RUMI


No busques a Dios,
sino aquello en ti
que le está buscando.
Pero, ¿por qué buscar nada?
Nadie se ha perdido.

ÉL ESTÁ JUSTO AQUÍ. Mas cerca que tu propio aliento.

martes, 1 de abril de 2008

EN UNA NOCHE OSCURA


En una noche oscura,
con ansias, en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!,
salí sin ser notada
estando ya mi casa sosegada;
a oscuras y segura
por la secreta escala, disfrazada,
¡oh dichosa ventura!
a oscuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada;
en la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía.

Aquésta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía
a donde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.

¡Oh noche que guiaste!;
¡oh noche amable más que el alborada!
¡oh noche que juntaste
Amado con amada,
amada en el amado transformada!.

En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba.

El aire del almena
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería,
y todos mis sentidos suspendía.

Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado,
cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azuzenas olvidado.

San Juan de la Cruz

TODO SE PASA

Nada te turbe
nada te espante
TODO SE PASA
Dios no se muda
la paciencia
todo lo alcanza
quien a Dios tiene
nada le falta
SOLO DIOS BASTA (Teresa de Avila)